Los cultivos de invierno del NOA ya están en etapas finales de llenado y comienzo de maduración, momentos fundamentales. Pero, a la vez, en una situación muy difícil, ya que la humedad en los perfiles de suelo es casi nula, por lo que los cultivos están muy estresados y seguramente la campaña cerrara con resultados erráticos.

Ya empezó octubre, y las lluvias no llegaron; algo un poco normal para la región, pero con la esperanza que en algún momento aparezcan para que se dé el inicio de una nueva campaña gruesa.

Los productores saben que la “fina” ya esta jugada; y los que tienen esos cultivos solo esperan cosechar lo poco que puedan, y al menos arrancar la “gruesa” con suelos limpios y cubiertos, esperando que las lluvias que en algún momento llegarán puedan servir para ir acumulando agua en los perfiles de los suelos, lo que permitirá avanzar con algunas actividades.

Dependiendo de cómo el productor trabajó a sus lotes durante el invierno en los cultivos implantados o en los lotes sin sembrar seguramente las estrategias de control de malezas en la campaña gruesa serán diferentes.

El productor conoce que los suelos presentan bancos de semillas según la historia de manejo de cada lote, por lo que sabrá lidiar con esta problemática de acuerdo a cómo trabajó en sus lotes.

Conoce que los desafíos en la producción de granos siguen siendo netamente técnicos, mas allá de las vicisitudes que ponen en el camino las políticas de Gobierno.

Los productores, profesionales, técnicos y quienes trabajan en la investigación agropecuaria lo tienen bien claro. Se trata de los problemas originados por el monocultivo de la soja y, por ende, la aparición de las malezas que generaron resistencia y tolerancia a ciertos herbicidas; sobre todo ahora, con la noticia de una nueva alerta en los lotes ante una nueva resistencia múltiple de Amaranthus palmeri (yuyo colorado) detectada en el centro-norte del país. Se trata de un escape de la maleza en un cultivo de soja al preemergente sulfentrazone, inhibidor de la PPO de la familia de las triazolinonas, en conjunto con herbicidas de las tres familias de ALS y glifosato. El dato agronómico es que se trata del primer reporte internacional de resistencia de esta especie al activo sulfentrazone.

Este caso fue registrado en Santiago del Estero y alertado por la Red de Manejo (REM) de Plagas de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) para exhortar a los productores de la región y de otras áreas a que presten atención a esta situación.

Debido a todo esto el productor no debe descuidarse y poner todo su esfuerzo para conocer el comportamiento del campo, por lo que deben monitorear sus lotes para detectar estos problemas y actuar en consecuencia.

Diversas investigaciones dan cuenta de que con la soja RR y la Siembra Directa se observaron cambios en la población de las especies, debido a la nueva forma de trabajar la tierra. Si bien en un inicio no había problemas en el sistema, con el paso del tiempo el medio fue cambiando por la presión de selección dada por el glifosato y el monocultivo de soja, y así empezaron a aparecer nuevas especies tolerantes y hasta resistentes.

Es un serio inconveniente que los productores deben afrontar de ahora en más, para evitar que la problemática de las resistencias empeore. Se debe trabajar, tomar conciencia y ser muy cuidadoso a la hora de definir estrategias para control de malezas.

Debido a ello, el manejo y control de las malezas se volvió una de las principales preocupaciones de los productores, ya que generan pérdidas económicas al competir por agua y por nutrientes del suelo. Además de que interfieren durante la cosecha.

A raíz de ello, resultan clave el monitoreo constante de lotes, la información y la planificación; para que se actúe a tiempo y se evite que el problema se agrave.

Cabe destacar que la resistencia de las malezas no se está dando solo en los cultivos de granos como la soja, sino también en otros cultivos de la región, como cítricos y caña de azúcar.

Esta problemática aparece debido a su adaptación a los diferentes manejos que proponía el productor. En alguna medida lograron sobrevivir, generando resistencia y/o tolerancia a herbicidas.

Recorrer los lotes

La clave para saber sobre la presencia de malezas radica en recorrer los lotes, en identificar las especies y en hacer un manejo específico para cada una de las situaciones que se presentan.

Conocer la historia del lote permitirá ajustar el manejo según la comunidad de malezas presentes, poniendo énfasis en las de difícil control.

Es por ello que las rotaciones son herramientas fundamentales para evitar que problemas como estos no se agraven y dificulten aun más la posibilidad de producir con eficiencia.